Los aceites vegetales se extraen del fruto maduro de las plantas oleaginosas por prensado. Su calidad depende del fruto o semilla y del tipo de expresión realizada. El aceite vegetal virgen de primera presión en frío conserva tanto su fracción saponificable, como su fracción insaponificable.
Por otra parte el aceite vegetal refinado aumenta el rendimiento de una cosecha y mas estable frente a la oxidación. Es un aceite que pierde casi completamente su parte insaponificable, la cual le da sus principales características, como el aroma, el color y el sabor, entre otras. En esta parte insaponificable, que oscila entre el 1% y el 2% se encuentra el escualeno, los pigmentos, los polifenoles y los fitoesteroles, entre otros.
Finalmente, los oleatos se obtienen por el método de maceración de una planta de aceite vegetal para que este se enriquezca con los principios activos liposolubles de la planta.
Usos Tópicos:
Los aceites vegetales se pueden utilizar puros o mezclados entre sí para alterar su textura y combinar diferentes nutrientes esenciales. Así pues, el aceite vegetal tiene una gran función como aporte nutricional para nuestra piel, uñas y cabello, permitiendo la elaboración de preparados muy diversos para todo tipo de pieles e indicaciones.
Usos Orales:
Los aceites vegetales para su uso oral aportan beneficios nutricionales a nuestra dieta. Como norma general, recomendamos entre 1 y 2 cucharadas soperas al día. Es preferible comerlos en crudo, ya sea en aliños, ensaladas o salsas frías. También ofrecen un gran abanico de posibilidades en cocina y repostería, aportando matices de textura y sabores exóticos a nuestros platos.
En aromaterápia
Los aceites vegetales resultan, además, el vehículo ideal para el uso oral y tópico de los aceites esenciales.
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